jueves, 14 de agosto de 2014

El precio del libro: ¿cuánto vale realmente un libro?

Cuando terminé la novela, uno de los apartados que impepinablemente tenía que cumplimentar era el del precio de mi obra. «¿Y cuánto vale un maldito libro?», me pregunté. Así que un día me atavié con el abrigo y me puse a mirar cuánto valían los libros que tenían un número de páginas similar al que tendría el mío una vez impreso. Para mi inexistente asombro, había de todo: libros que mostraban en sus etiquetas una gama de lo más amplia de precios: desde los veintidós euros hasta los nueve. Fue así cuando decidí que en mi nuevo blog debería dar mi opinión sobre el precio de los libros (también cuando muchos amigos y conocidos míos, como cualquier persona medianamente observadora, se asombraban de esa abismal diferencia).

El manuscrito que originalmente llega a la editorial nada tiene que ver con el libro que finalmente encontramos en las librerías. Eso puede sonar obvio, y lo es, pero lo que mucha gente desconoce es todo el proceso que se lleva acabo para que finalmente se así:

  1. PREIMPRESIÓN
  • En primer lugar hay que seleccionar el manuscrito y, claro está, abonar los servicios del lector editorial o, en su defecto, editor.
  • Una vez seleccionado, hay que pasar al proceso de corrección ortotipográfica y de estilo, y en ocasiones hay que hacer varias pruebas de la corrección, pagando así los honorarios de el corrector ortotipográfico y del corrector de estilo (en ocasiones puede ser la misma persona).
  • Una vez corregido, hay que comprobar que las correcciones no han afectado a la esencia de la obra y se mantienen dentro de la linea editorial (cosa que a veces me hace dudar de si se utiliza como excusa o verdaderamente como filtro). A todo este trabajo, junto con el de coordinación, hay que pagar a el editor.
  • Tras las revisiones oportunas, hay que pasar el libro a maquetación, dado que pocos son los libros que directamente se sacan en DIN-A4. Este es de los procesos más costosos dado que, en ocasiones, el coste de la maquetación será más caro si incluye fórmulas, tablas, imágenes... ¡Otro gasto más, el maquetador! (Y sus pruebas, que suelen ser unas tres pruebas).
  • Ahora llega el paso de la cubierta y las ilustraciones. Una portada y una cubierta atrayente es la superficial tarjeta de visita de un libro, pero de lo más importante, ¡depende en gran manera de la labor de el portadista y del ilustrador la aceptación o el rechazo del libro! Pues nada, que otro gastito más para la lista.
  • Pero claro, uno no puede llevar a cabo un proyecto sin trámites como por ejemplo el ISBN y el nuevo gasto del DILVE. Por eso, también habrá que pagar los gastos de tramitación. 
Bueno, un respiro, parece que lo peor ha pasado pero, ¿es así? Llegamos al segundo apartado


    2. IMPRESIÓN
  • El precio en este apartado dependerá en gran medida de la tirada, es decir, el número de ejemplares que sacará la editorial. Así pues, pagaremos a la imprenta sus gastos correspondientes. En este apartado también se contemplan los gastos de impresión de marcapáginas, carteles, merchandising en general...
Así que ya nos vamos dando cuenta de los gastos que conlleva un libro, pero aquí no acaba todo, ¡aquí va el tercero!

   3. DISTRIBUCIÓN Y PROMOCIÓN
  • Una vez que tenemos los ejemplares empieza la distribución. Comienzas a moverlos y a pagar los gastos de gestión y envío.
  • Luego, a su vez, tenemos que apartar un porcentaje para la librería, porque el buen hombre de la tienda tiene que comer, y en ocasiones puede llegar a suponer el sesenta porciento del PVP.
Pero esos ejemplares no se venden solos, es necesario el contratar o alquilar, en ocasiones: escaparates, lugares determinados en estanterías (porque no vale lo mismo que el libro esté en un lugar que en otro, algo que ya postearé en otra entrada), presentaciones, etc. Por ello, abonaremos gastos derivados de los servicios que contratemos para alcanzar al público

Ahora llegamos al porcentaje del autor, esa cantidad que el pobre escritor recibe por haberse tirado días, semanas, meses, años y lustros escribiendo su novela. Que la mayoría de las veces suele ser el diez porciento del PVP. Y, ahora sí, por último, el porcentaje destinado a la editorial.
 
Como leéis, el libro está lleno de gastos que hay que cubrir con el precio de cada ejemplar. Ahora, y tras leer esta entrada bastante extensa, ¿creéis que son caros los libros? ¿En función de qué factor debería fijarse el precio del libro?

Estaré deseando leer en los comentarios vuestras opiniones.


5 comentarios:

  1. Excelente! Me encanta que alguien se pronuncie al fin al respecto. Me da vértigo cada vez que alguien dice: " me tienes que regalar el libro y autografiado". Sí, porque además tienen la frescura de pedirlo dedicado. En nombre de todos los escritores a los que nos han costado sudor y sangre, además de horas de trabajo nuestros libros, te doy las gracias. Te invito a pasar a mi blog y te seguiré leyendo para compartir experiencias. Un abrazo.

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  2. pues yo, llevando la nota discordante, diré que sí son caros (aunque esto signifique tirar piedras sobre mi propio tejado al ser diseñadora gráfica y autora).

    siendo cruelmente sinceros debemos asumir que una familia de clase media, ya que estos suelen ser los que más compran, no se pueden gastar un mínimo de 20€ por libro (y menos ahora cuando lo que suele ocurrir es que intentan ahorrar lo más posible para las "vacas flacas").
    hay que empezar a asumir que el mundo editorial debe cambiar el chip y buscar otras formas de venta a parte de la tradicional.
    ¿por qué no se le da un protagonismo mayor, o incluso justo, al libro electrónico? porque, de verdad, me llevo las manos a la cabeza cada vez que veo que una editorial ha puesto un libro electrónico a 10€ u 8€. para mí eso es como decir: "no queremos que los compréis, sólo nos interesan las ventas físicas".

    también me pregunto, ¿por qué, en un momento donde las apps tienen tanta fuerza, ninguna editorial se ha planteado crear una biblioteca electrónica? algo que permitiera, con una suscripción periódica, acceder a sus títulos (ya fuera a unos cuantos o a todos, o incluso luego tener descuentos o puntos acumulables, etc).

    no lo sé, hay miles de posibilidades que podrían acompañar a las ventas en físico, las cuales están siendo tan dañadas. pero lo que debemos hacer es sentarnos e intentar innovar (en la medida de lo posible). porque sino ya te digo que la gente no va a gastarse 20€, es un imposible (sobre todo porque, aunque nos duela, en lo primero que deja de invertir la gente es en la cultura).

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    1. ¡Excelente comentario! Tengo pensado hacer en poco tiempo un post sobre el libro electrónico. Mil gracias por tu comentario, no te falta razón.

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  3. Me encanta! Oye es muy interesante todo lo que cuentas... me parece a mí que si algún día saco algo... tendré q tener ahorrado para tal efecto ^^ un abrazo Alex!!

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  4. He leído varios artículos e informes que señalan una tasa de devolución de libros superior al 40%. Si no lo entiendo mal es casi como decir que cerca de la mitad de los productos que esta industria crea no los quiere nadie.

    Entonces, se me ocurre que la mitad (aproximada) de los libros que sí se venden cubren las pérdidas y dan beneficios. Es decir que si se vendieran todos los libros al precio que supuestamente justifican esos costes que se mencionan en el post tendrían que ganar mucho, por que mucho dinero. También creo que con los libros, los que sí venden, mantienen plataformas como Libranda, que no creo que sea necesario explicar a estar alturas lo buena plataforma que es para vender libros, el éxito que tiene, y lo cara que ha sido de desarrollar.

    ¿Es posible pedirle a una industria que no cree productos que nadie quiere comprar y que no desperdicie materiales para ello? ¿O al menos que tenga un porcentaje de devolución más cercano al 20% o al 10%? ¿Si vendieran el 80% de lo que crean ganarían más?

    ¿Es más sencillo crear producto que los consumidores quieran comprar o mantener un precio que te permita crear productos incluso sin vender más del 40% de ellos?

    ¿Se pueden permitir esos % de devolución otras industrias? ¿Se pueden fabricar mesas, o cualquier otra cosa, y tirar la mitad a la basura?

    A lo mejor no es posible exigirle a un profesional que no fabrique productos para que se los devuelvan sin quitarles el envoltorio, no lo sé. Pero a mí, personalmente, me parece que podrían bajar bastante los precios si de verdad supieran hacer su trabajo. Si malgastan toneladas de papel y de dinero para entre otras cosas crear y mantener Libranda es normal que necesiten precios en los libros que cubran esas fantásticas decisiones de empresariales.

    Saludos.

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