domingo, 17 de agosto de 2014

¿Me regalas tu libro?

Muchos son los escritores que se encuentran con esta pregunta de sopetón. Cuando un autor (o autora) termina su obra, siente verdaderos deseos de que llegue al mayor público posible y también anhela recibir las primeras opiniones y críticas sinceras de los lectores; por ello se esmera (o debería esmerarse) en dar a conocer su obra por todas las vías de comunicación de las que disponga. Normalmente son las redes sociales las que llevan el gran peso de la comunicación online entre autor y lector.

A todos nos agrada el recibir un mensaje felicitándonos por nuestro arduo trabajo literario, o una crítica constructiva sobre qué aspectos podríamos perfilar sobre la misma. El problema surge cuando recibimos un mensaje en el que en vez de pedirnos amablemente un ejemplar, nos lo imponen. ¡Cuidado! Cuando digo mensaje, también me refiero a aquellas personas que nos lo sueltan a la cara nada más saber que hemos publicado.

Por norma general, a menos que seas autopublicado, el autor apenas recibirá menos de una veintena de ejemplares de su propia obra, que repartirá entre: familiares, pareja, amigos íntimos y algún que otro conocido al que le habrá dado reparo decir que no (incluso a veces el propio autor se queda sin su ejemplar). Por lo cual, el pobre autor, por mucho que quiera, ¡no puede darle ejemplares a todo el mundo! Y parece que hay gente que no lo termina de comprender.

¿Qué respuesta podemos darle a alguien que quiere incesantemente nuestra novela? ¡Aquí te dejo unas ideas!
  • Organiza un sorteo. Habla con tu editorial y pídele un par de ejemplares de tu obra con motivo promocional. Piensa en unas bases para este (como hacerse seguidor de la red social, difundirlo por el resto de redes sociales...).
  • Ejemplares para blogueros. Si se trata de blogueros literarios, reporteros o periodistas, dales los datos del departamento de marketing y comunicación para que puedan ponerse en contacto con ellos y les hagan llegar, si la editorial y el autor lo consideran oportuno, un ejemplar de prensa para su lectura y posterior reseña, entrevista, etc.
  • Deposita ejemplares en bibliotecas. Muchas son las bibliotecas públicas y privadas que destinan parte de sus fondos para comprar ejemplares y ampliar así su fondo, ¿has probado a ponerte en contacto con la administración? De todas formas, si no disponen de dinero para adquirir algún ejemplar, te ahorrarás muchos malos tragos diciéndoles a todos aquellos que quieran leer tu libro que podrán pedirlo en préstamo en tales y cuales bibliotecas o cafés de lectura.
  • El ejemplar viajante. Destina uno o dos de los ejemplares que tienes para dejárselo a las personas que por sus circunstancias no puedan adquirir el ejemplar y sean parte de un círculo limitado. ¡Ten cuidado de que nadie se quede con el ejemplar! Para ello te recomiendo que lleves un pequeño seguimiento de quién lo está leyendo.
  • Sube una porción. Si dispones de una website o un pequeño blog, ¿por qué no subes a lo mejor un par de páginas de la obra? No tiene por que ser ni siquiera un capítulo, sino algo con lo que el lector pueda decidir si quiere continuar leyendo la obra o no. En el caso de que le interese, de seguro se sentirá motivado a adquirirla y leerla.
  • Anuncia una firma. Siempre puedes dejar caer que estarás firmando o presentando tal día a tal hora en tal lugar y podrán hacerse con un ejemplar dedicado de la obra. Al menos suena mejor que decir "no".
Bueno, y hasta aquí un par de sugerencias para todos aquellos autores a los que les cuesta decir que no a regalar sus obras, ¡lectores, la gran mayoría de los escritores, no es que no es que no quieran, es que no pueden!

Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Se os ocurre alguna sugerencia más? ¿Me regaláis vuestro libro?

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho el post. Habla de una realidad que muchos desconocemos, o mejor debería decir, desconocíamos...
    En mi caso, reconozco que hay un par de libros que desde hace tiempo deseo leer, y conozco a sus autoras, pero jamás se me ocurriría pedir que me lo regalasen, y no por falta de interés.
    Considero que quien escribe algo está dando parte de sí mism@, y eso merece un reconocimiento. Ha invertido un esfuerzo, un tiempo, una dedicación a ello, y eso hay que valorarlo. Han puesto su imaginación, su conocimiento y sus ganas, y es justo que un trabajo bien hecho tenga su recompensa.
    Me parecen muy buenas las ideas que propones. Son alternativas para quienes, por circunstancias, no pueden comprar los libros que quisieran.
    ¿Una sugerencia? Pedirlo como regalo, pero no al escritor o escritora, sino a familiares o amigos en fechas señaladas, como por ejemplo un cumpleaños. Será un regalo, sí, pero quien lo escribe recibirá lo que es justo.
    Esta es mi opinión...

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    1. ¡Me parece una fantástica idea Esther! Muchísimas gracias por tu comentario.

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  2. Yo tengo una respuesta para el caso: Por cuestión de principio, yo no regalo ni recomiendo mis libros.

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