viernes, 22 de agosto de 2014

¿Línea editorial o excusa editorial?

Cuando tenemos nuestro manuscrito impoluto, guardado en un USB, en la memoria del ordenador, impreso, en un correo que nos hemos mandado a nosotros mismos con el archivo adjunto, en alguna nube digital y veinte lugares más (no vaya a ser que todo nuestro trabajo nos desaparezca de golpe), nos planteamos la idea de publicarlo. Sí, una arriesgada y osada acción para los tiempos que corren.

Con toda nuestra buena intención comenzamos a rellenar formularios web de las distintas editoriales y les adjuntamos el manuscrito con la esperanza de que en el mismo momento en el que les llega a su bandeja de entrada, comiencen a devorarlo con los ojos. Pero todo esto son meras quimeras que el autor proyecta en su mente. Al cabo de los meses, comienzan a aparecer e-mails, si es que aparecen, de diversos tipos; en este post nos centraremos en el peor de todos: el e-mail de rechazo de la obra.

Cada día son más las editoriales que envían frases textuales como la que muestro a continuación:

Hemos leído su obra con detenimiento, y lamentamos comunicarle que su manuscrito no encaja con nuestra linea editorial. Le agradecemos su interés.

Un cúmulo de sentimientos negativos comienzan a embargar al escritor cuando lo lee, y en el caso de que la editorial, a pesar de argumentar lo mismo, añada que la obra es buena, nos deja aún más confusos. La pregunta del millón es: ¿qué es, en una editorial, la línea editorial?

La línea editorial es el conjunto de ideologías, valores, políticas y objetivos que mantiene una determinada editorial. Las editoriales no son las únicas que tienen una línea editorial, los periódicos, revistas, cadenas televisivas y, normalmente, cualquier medio divulgativo.

El problema es que, en muchas ocasiones, las editoriales utilizan esa línea editorial como excusa para rechazar manuscritos y, dado que ya son varios los autores que me lo han confirmado, he decidido escribir esta breve entrada.

Es perfectamente comprensible el que una editorial dedicada en exclusiva a la edición y publicación de libros técnicos o manuales de Derecho, rechace de lleno un manuscrito repleto de poesías. Es lógico. Donde la lógica comienza a fallar es cuando mandamos a una novela romántica, por ejemplo, a varios sellos editoriales que en exclusiva se dedican a la publicación de obras de este tipo y nos rechazan la obra, repito, alegando que es buena, pero no entra dentro de la línea editorial.

Por ello surgen un par de preguntas: ¿Si mi novela es buena, por qué no apuestan por ella? ¿En qué aspectos mi novela difiere de la línea editorial? ¿No podrían aclarar su línea editorial? ¿O es que no se han leído el manuscrito que con tanto mimo se les envió?

¿Usan, la gran mayoría de las editoriales, la linea editorial como excusa barata para rechazar un manuscrito?

 

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