viernes, 5 de septiembre de 2014

Lo bueno de ser editor: Maki

A lo largo de los días, de las semanas, de los meses... son muchos los manuscritos que pasan por mi mesa hasta que terminan convirtiéndose en libros en stock. Con algunos solo pasas el tiempo necesario para que salga lo antes posible; con otros pasas algo más por el número de revisiones, pruebas, etc. Pero a otros les coges cariño, como es el caso de Maki, la sonrisa de un ángel.

Una historia de superación, os dejo un fragmento de la sinopsis:

"Con tan sólo tres años, Maki afronta heroicamente una rara y agresiva enfermedad que sorprende a toda la familia, llevándola a superar seis duras operaciones en el corto espacio de ocho meses.

La Encefalitis de Rasmussen obliga a los médicos a extirparle todo su hemisferio cerebral derecho para salvarle la vida. Su madre nos cuenta cómo lo vivió ella."


Cuando este manuscrito cayó en mi mesa para ser corregido pensé que sería eso: una simple corrección. La cuestión fue que se convirtió en algo más; continué con todo su proceso de edición mimándolo al más mínimo detalle. ¡Todo fuera por Maki!

El tiempo se nos echaba encima y la empresa de mensajería no podía llevar los ejemplares a la casa de Maki, así que cargué la caja al coche y puse rumbo a su dirección, que por suerte vive en Madrid.

Nada más verme, Carmina, la mamá de Maki, se quedó sorprendidísima y no dudó en gritar: "¡Maki, ha venido Alex a verte!". Todo esto como si fuese uno más de la casa. La pequeña me miró y sonrió. Fue una sensación muy extraña, era la primera vez que la veía en persona y ya sabía toda su vida.

Estuvimos hablando varios minutos mientras ella me explicaba lo rico que estaba el queso suavecito y me mostraba su juego de los olores. Carmina abrió la caja con mucha ilusión y pude observar cómo esbozaba una amplia sonrisa y sus ojos se iluminaban. Yo no pude evitarlo y también sonreí.

Antes de despedirme, Maki se acercó y me dijo con una infantil mirada: "Alex, ¿sabes que te quiero mucho?". No supe qué decir, ¡aquella niña que tan malita había estado en el hospital me decía que me quería mucho sin conocerme más de lo que les había escuchado hablar a sus padres!

Me despedí con muchos mimos y abrazos de la pequeña y con la felicidad de sus progenitores al ver que por fin estaba aquel libro con fines benéficos entre sus manos.

Y cosas como estas, son las que hacen que te sientas realizado en tu trabajo.



A día de hoy, el libro de Maki, la sonrisa de un ángel está teniendo una muy buena acogida y en muy poco tiempo esperan poder recaudar el dinero suficiente para poder comprar material electrónico y audiovisual para la UCI y el área de reanimación infantil del Hospital de La Paz. Si quieres tu ejemplar de Maki, la sonrisa de un ángel; podrás hacerlo a través de la tienda online de esebook haciendo click AQUÍ





1 comentario:

  1. Qué bonita historia Álex. Y qué superación, porque a la niña le habrán extirpado su hemisferio derecho, pero se la ve tan feliz y tan guapa que así da gusto. Biquiños!

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